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200 años del nacimiento de la hija del Padre de la Patria

Los profesores de historia Gustavo Bruno y Viviana Quiroga elaboraron un texto que reflexiona sobre la importancia de la figura de José de San Martín para el país que nacía y para su hija Merceditas.

24 de agosto de 2016, 20:38.

imagen 200 años del nacimiento de la hija del Padre de la Patria

Hoy se celebra este día de acuerdo a la ley provincial 5.131 que establece que el 24 de agosto es el Día del Padre mendocino en coincidencia con el natalicio de Merceditas, nacida hace 200 años, en 1816, en nuestra provincia cuando San Martín estaba formando el ejército de Los Andes para liberar a Chile.

En ese contexto, compartimos el texto elaborado para el día del Padre por los profesores Gustavo Bruno y Viviana Quiroga donde reflexionan acerca de José de San Martín en la figura que tuvo para el país y para su hija Merceditas.  

El 24 de agosto de 1816 nacía en Mendoza Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada, hija de José de San Martín y Remedios de Escalada. Quiso la historia que la hija del que sería considerado el Padre de la Patria, naciera en el año en el que Argentina alcanzaba el sueño tan anhelado de la independencia.

Puedo contarte mil historias que hablen de héroes y hazañas, puedo llevarte con la imaginación a viajar por el tiempo y por el mundo e ir encontrando guerreros, soñadores, pensadores y poetas…sin embargo es aquí en nuestra tierra, en nuestra provincia, en los lugares que transitamos todos los días, donde vivió uno de los hombres más grandes. Juntó en su persona al soñador, al héroe y hacedor de una epopeya que trascendió los límites de la imaginación y pudo llevarla adelante porque supo construir colectivamente, anteponiendo el bien común a las ambiciones personales, porque supo desprenderse de toda mezquindad y egoísmo, para alcanzar la independencia y la libertad.

El sueño del General San Martín de ver una nación libre, soberana e independiente lo traslada a Mendoza donde verá cristalizado su plan emancipador; desde Mendoza no sólo proyectará el magno cruce de la cordillera de los Andes sino que también alentará a los congresales en Tucumán con premura para la declaración de la tan deseada independencia.

En José de San Martín se conjugan tres roles de tamaña importancia: General libertador de tres naciones de nuestra América, marido y padre. La vida del hombre atravesada por el quehacer militar y político, desvela a un padre preocupado por la educación y el futuro de su hija que encarna en ella la educación y el futuro de la nación argentina.

Tres situaciones marcan la vida de José de San Martín en su amada región de Cuyo: el inicio de su plan libertador y la colaboración de los cuyanos para tal empresa, el lugar estratégico que ocuparan los diputados cuyanos en el Congreso de Tucumán y la coronación civil del proceso independentista, que le regaló a don José el nacimiento de su hija Merceditas en tierras cuyanas.

Grande fue la labor militar y política del General y grande fue su esfuerzo para que su hija viviera en una nación grande, libre, respetuosa y soberana. La vida lo marcó con la temprana pérdida de su esposa Remedios por lo que pronto se aprestó a asumir su rol de padre. Convulsionado el país y dando sus primeros pasos de vida libre, San Martín optó por dedicarse al cuidado de su hija Mercedes y abandonar tristemente el país al que le había dado vida.

Su exilio voluntario a Europa para no ver derramada la sangre de nosotros, sus otros hijos, lo movilizó a continuar enseñándonos a ser libres, iguales, respetuosos, comprometidos con la realidad y transformadores de las injusticias. En 1825 desde Bruselas escribió las máximas para su hija, virtudes civiles que soñó para su otra hija en América: la Argentina, entre ellas se destacan:

Humanizar el carácter y hacerlo sensible, aún con los insectos que nos perjudican.

Inspirarle amor a la verdad y odio a la mentira.

Respeto hacia la propiedad ajena.

Inspirarle sentimiento de respeto hacia todas las religiones.

Dulzura con los criados, pobres y viejos.

Que hable poco y lo preciso.

Amar el aseo y desprecio al lujo

El gran General, Don José de San Martín moría en Boulogne Sur Mer (Francia) lejos de su patria y de sus hijos que se atacaban mutuamente en un proceso de fundación nacional, pero cerca de él se encontraba su otra hija Mercedes, quien lo acompañó en el último suspiro de su vida a las 15 horas del 17 de agosto de 1850.

Rodolfo Walsh escribió: “Decimos que San Martín es nuestro contemporáneo porque los problemas básicos que enfrentó son los mismos que bajo diferentes formas, Argentina tiene todavía por delante y porque chocó con intereses y concepciones parecidas a las que siguen oponiéndose a los reclamos de independencia, libertad y justicia del pueblo argentino”.

En esta fecha no sólo celebramos el natalicio de la hija del General sino que nos celebramos a nosotros y nosotras como hijos e hijas de la nación que pariera Don José de San Martín desde Mendoza. A doscientos años de la declaración de nuestra independencia y a doscientos años del nacimiento de Mercedes de San Martín nos preguntamos cuánto hemos crecido, cuánto hemos crecido desde el último escenario que vio el General al dejar el país, cuánto nos falta por crecer y cómo y qué estamos haciendo para que el sueño de la gran patria argentina sea una realidad.

 

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