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Educar para resurgir siendo libres

Texto presentado por Quinto de Ciencias Sociales y Humanidades A para el Acto del día del Maestro. El mismo fue escrito por Julia Bulos, estudiante de este curso.

15 de septiembre de 2017, 10:42.

imagen Educar para resurgir siendo libres

Camila Almada leyó el texto Educar para todos los estudiantes del CUC

Esta semana se realizó el Acto del Día del Maestro en conmemoración del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento. La presentación estuvo a cargo de los estudiantes de Ciencias Sociales y Humanidades A, quienes presentaron, entre otras acciones, un texto para homenajear a los profesores del colegio. 

El escrito fue elaborado por la estudiante Julia Bulos, de este curso. A continuación compartimos "Educar"

Educar es tan solo una palabra con 6 simples letras combinadas entre sí. Un conjunto de vocales y consonantes entrelazadas para conformar un término que por si solo se ve, en mi opinión, vacío. Que por definición de diccionario posee el significado de “proporcionar conocimientos a una persona para darle una determinada formación”.

La mayoría de las veces nos quedamos en eso, esas sencillas descripciones que difícilmente nos interesamos en interpretar con mayor profundidad. Permanecemos arraigados a aquellas ingenuas e inocentes explicaciones huecas. Que se leen con los ojos en lugar de hacerlo con el alma y hay términos que requieren que, para entenderlos, pongamos un poco más de corazón que de cabeza.

Educar no es solo aquella vasta combinación de palabras que lo definen.

Educar es amor, amor por esta vocación que permite que exista ese constante dar sin recibir nada a cambio.

Educar es comunicar, pero dejando huellas. Dejando marcas que muestren ese claro cambio, ese antes y después del brote de la semilla que nosotros representamos en sus vidas, que ustedes con gran esfuerzo y arduo trabajo consiguen hacer germinar.

Educar es avanzar, proyectando en nosotros las ganas de nutrirnos en conocimiento. De hacernos resurgir y de hacerlo libres.

Educar es iluminar. Darnos luz. Fortalecer nuestra mente con ella. Y acompañarnos mientras lo hacen. Para que no nos asustemos con la cantidad de luz que puede legar a cegarnos. Para hacer que nos sintamos seguros. Y para marcar, con esta misma luz, ese rumbo del cual no debemos desviarnos. Para no permitirnos desistir.

Educar es volar. O mejor expresado, educar es enseñar a volar. A volar de día, volar de noche. Volar acompañados por ustedes, que saben ser ese faro que ilumina nuestro futuro. Volar sabiendo lo valioso que es seguir volando. Volar encaminados. Encaminados por los que siguen cerca, y por lo que ya no están. Volar junto a aquellos que nos macaron, quienes lograron abrir nuestros ojos cuando más cerrados los teníamos, y muchas veces también, supieron ver a través de ellos, para entendernos, y así ayudarnos a elevarnos aún más alto. Y siempre con valores. Con paciencia y esperanza.

Y por todo esto que en realidad implica educar, es que debemos darle la importancia que se merece. Debemos estar agradecidos día tras día, siempre pensando en que sería de nosotros sin ustedes. Sin ustedes marcando, paso a paso, cada uno de nuestros errores. Corrigiendo con dulzura cada uno de ellos.

Porque hay momentos en los que nos sentimos desamparados, a oscuras. Tantas veces perdemos de vista aquella luz que ustedes irradian con la facilidad que su vocación les genera. Tantas veces los decepcionamos. Tantas veces estando negados a todos, cerramos nuestras alas y dejamos de volar. Y cada una de estas veces ustedes saben aparecer, iluminarnos, abrir nuevamente nuestras débiles alas para mostrarnos que si podemos seguir.

Esto solo es un gracias, limpio y sincero, por no desistir.

Gracias por estar, gracias por seguir.

5° Humanidades “A”

Educar

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maestro, educar, texto,

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