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Aprender a vivir con las diferencias

Se realizó el encuentro “Alumnos de una misma comunidad”, que sirvió para colaborar con la concientización de los estudiantes sobre el espíritu de pertenencia y convivencia del colegio.

08 de abril de 2016, 19:59.

imagen Aprender a vivir con las diferencias

“Es una actividad que hace la comisión de asuntos estudiantiles con los chicos y chicas de primero, para que sepan que más allá de que sean Huarpes o Pehuenches de cualquier lista, son todos del CUC”, comienza Nancy Cano, jefa del servicio de orientación.

Hoy se realizó un encuentro con los alumnos de 1º año denominado “Encuentro como alumnos de una misma comunidad” con el objetivo de colaborar con la concientización de los estudiantes de cada “lista”, postulantes a ser Tribus 2016, sobre el espíritu de pertenencia y convivencia del colegio

“La idea de este encuentro surge a partir de la realización de las jornadas institucionales y de las líneas estratégicas a seguir. En ese momento se detectó una problemática, que es que los chicos se sienten mal, decepcionados, cuando su lista pierde en las elecciones. La idea es tratar de mitigar eso”, agrega Cano.

 

Así, a partir de videos con audios de los egresados, con el armado de frases que sirven como punto de partida se identificaron tres aspectos en común y tres aspectos que los diferencian. Luego se continuó con la reflexión de las frases en las horas de orientación de cada curso.

Algunas de las frases sobre las que se trabajó fueron: “La manera de sentirse parte es dejar de hablar y empezar a hacer”, “Las diferencias nos enriquecen y el respeto nos uno” o “La unión hace la fuerza y la discordia debilita”.

Los responsables de esta actividad fueron, además de Cano, Carlos Páez, Alejandro Russó, Celia Párraga, Leticia Mujica, Elizabeth Scalzo, Susana Corvalán, Viviana Quiroga, Marcela Calderón e Isabel López.

"Fue una joranada muy linda, las chicas y los chicos explicaron las frases, hubo mucha participación y luego hicieron una conclusión. Como primera experiencia fue muy buena", contó Cano. 

Conmovedores testimonios

Fue interesante el momento en que se compartieron testimonios de los egresados del colegio,  que sirvieron para trasladar la temática al campo de la experiencia de quienes a pesar de haber perdido igual disfrutaron de su paso por el colegio.Los siguientes son algunos de los muchos que llegaron cuando se hizo la convocatoria. 

Federico de Cara, promoción 90 contó que ese año fue candidato a Cacique y perdió con Andrés Dillon (Huarpe) y Pablo Bajuk (Pehuenche). “Más allá de esto, siempre disfruté mucho de mi paso por el colegio. Desde primer año participé mucho en las distintas actividades que se organizaban, y formé parte de Tribus en algún que otro cargo.En esos años se hacían distintos eventos deportivos, intercursos, y eso para nosotros fue muy enriquecedor y nos unió mucho. Al día de hoy nos seguimos juntando y mucho. Y la "rivalidad" con los de otros cursos quedaba ahí en la cancha, y después, cuando terminaba la competencia, éramos muy amigos”.

Rocío Bonadé, egresada en 2007, comentó que nunca fue parte de ninguna lista sino una mera espectadora que disfrutaba los festejos de la semana de campaña y las actividades programadas por tribus durante el año. “Mi consejo sería que a pesar de que la lista de la que son parte gane o pierda, no dejen de participar activamente y aportar sus ideas, opiniones y creatividad a tribus, porque creo que todo mejora si lo compartimos con otros”, opinó.

Sofía Terranova, egresada del CUC en 2013 recordó que "es muy importante que entre los chicos no hayan diferencias". Y continuó: "Nosotros vivimos experiencias increíbles durante esos maravillosos tres años y el vínculo que uno forma ahi dentro con todos nuestros compañeros y profesores es mucho mas fuerte que un Huarpe versus Pehuenche o discusiones entre las listas".

Por último, María Julia Amadeo fue alumna del colegio durante los años de la dictadura militar ya que ingresó en el 1976 y egresó en el año 1981. “Por aquellos años no había ningún ejercicio democrático: ninguno salvo Tribus. Los caciques y hechiceros eran lo único que se podía elegir por esos tiempos. Con los años comprendí que ese ejercicio si se quiere lúdico y hasta pueril me sirvió para aprender a convivir en las instituciones con personas de diferente filiación política. Aprendí que el eventual adversario no es necesariamente el enemigo.En las aulas y los patios del CUC, aprendí el arte de la convivencia. Acaso esa sea la real dimensión de la política”, finalizó. 

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