Los correos electrónicos son una herramienta tan difundida y usada que se convirtieron en el objetivo favorito de los ciberdelincuentes. Se estima que en 2025 se envíen 376.400 millones de mails al día. Por lo que la seguridad ya no es opcional sino esencial.
La seguridad es la armadura digital que protege las cuentas de correo electrónico y las comunicaciones contra el acceso no autorizado, la pérdida de datos o el peligro.
Conocé por qué es importante proteger los mails
Teniendo en cuenta que las ciberamenazas llegan a menudo a la bandeja de entrada disfrazadas de correos electrónicos inocentes, asegurar el correo ayuda a protegerse contra el malware (software malicioso), el spam y los ataques de phishing, evitando posibles pérdidas económicas, filtraciones de datos y daños a la reputación corporativa.
La seguridad permite resguardar la información personal y profesional de personas no autorizadas. Esto puede abarcar desde datos personales de tarjetas de crédito e información bancaria hasta informes financieros corporativos y planes estratégicos.
Así que tener un servicio seguro evita las interrupciones del servicio, garantizando un acceso ininterrumpido a sus mensajes.
Tipos de ataques para estar alerta
Los ciberdelincuentes emplean una serie de tácticas para infiltrarse en los sistemas de correo electrónico algunas de las cuales pueden infligir graves daños a la integridad de los datos o la reputación de una organización o de una persona.
- Phishing: ciberataque en el que los estafadores se hacen pasar por fuentes fiables a través del correo electrónico, el teléfono o un mensaje de texto, y engañan a las personas para que revelen información confidencial, como datos personales, credenciales bancarias y contraseñas.
- Spear Phishing: campañas de correo electrónico fraudulentas y selectivas diseñadas en torno a la vigilancia y la recopilación de información sobre una organización objetivo. Estos correos suelen dirigirse a personas con derechos de acceso privilegiados como los administradores de sistemas.
- Spam: consiste en el envío de comunicaciones digitales no deseadas y no solicitadas, a menudo de forma masiva. Aunque a veces es simplemente molesto, el spam también puede servir como vehículo para actividades más maliciosas como la propagación de malware o intentos de phishing.
- Suplantación de identidad: los estafadores elaboran correos electrónicos engañosos. A menudo se hacen pasar por empresas o personas de renombre aprovechando la confianza asociada a estas identidades para manipular a sus objetivos. Se aprovechan de la credibilidad de marcas consolidadas como Microsoft o de cargos importantes como el de director general para persuadir a las personas de que realicen determinadas acciones.
Ejemplo de ataque
Un correo electrónico de suplantación de identidad puede imitar una comunicación de Office 365 con un enlace que lleva a una imitación convincente de la página de inicio de sesión de Office 365. Los usuarios desprevenidos, engañados por el phishing, no pueden acceder a la página de inicio y engañados por la apariencia auténtica del sitio introducen sus datos y caen en la trampa del ciberdelincuente y entregan inadvertidamente sus credenciales.
Buenas prácticas de seguridad
Todas las organizaciones son vulnerables a la suplantación de identidad independientemente de su tamaño o sector por lo que es esencial saber cómo pueden atacar y qué se puede hacer para evitar una brecha.
- Usar contraseñas seguras: Una buena forma es hacerlas más largas y complejas con frases. Es decir una cadena de palabras en forma de frase que pueda recordar pero que sea difícil de descifrar para cualquier otra persona. La primera letra de cada palabra será la base de tu contraseña y estas letras también pueden sustituirse por números y símbolos para hacerla aún más segura.
- Activar autenticación de dos factores. Esto añade una capa adicional de seguridad al requerir una segunda forma de verificación además de la contraseña.
- Utilizar un filtro antispam. Es importante porque es capaz de identificar e interceptar el correo no deseado evitando que llegue a la bandeja de entrada o desviándolo a la carpeta de correo no deseado.
- Actualizar regularmente los sistemas: Asegúrese de que su software de correo electrónico, antivirus y sistemas operativos estén actualizados. Las actualizaciones suelen contener parches para vulnerabilidades de seguridad.
- Ser consciente de las estafas de phishing. Es necesario estar informados sobre este tipo de ataques y cómo identificarlos. Nunca clicar en enlaces sospechosos ni descargar archivos adjuntos de fuentes desconocidas.
- Implementar una pasarela de correo electrónico segura. Puede ser filtrar el spam, los virus y los ataques de phishing antes de que lleguen a la bandeja de entrada.
- Utilizar una Red Privada Virtual o VPN. Es una herramienta de software que encripta todo el tráfico que pasa a través del navegador. Este tráfico puede consistir en datos personales o de la empresa, correos electrónicos, contraseñas, datos de una transacción financiera, etc.
La seguridad del correo electrónico es un aspecto crítico de la ciberseguridad. Comprendiendo su importancia y aplicando medidas de seguridad sólidas, los particulares y las organizaciones pueden reducir significativamente el riesgo de ser víctimas de ciberataques.