La profesora Viviana Quiroga, coordinadora del área de historia del Colegio Universitario Central realizó un escrito en el que explica porqué se recuerda el 25 de mayo y qué importancia tuvo para el nuestro país, que en 1810 comenzaba a nacer.
A quienes nos dedicamos a la Historia las fechas patrias nos movilizan, nos hacen repensar un pasado que consideramos la base de nuestro presente. Al mismo tiempo nos plantean el desafío de poder transmitir a los hombres y mujeres comunes, a la sociedad en su conjunto, la inquietud de despertar el interés por ese pasado, poniendo en valor nuestra Historia.
El 25 de mayo es una fecha propicia para intentar hacerlo ya que nos vincula con el nacimiento de nuestra nación. Es conocido por todos, en mayor o menor medida, que aquel proceso revolucionario fue el resultado de la combinación de numerosos factores locales e internacionales que se relacionan con las nuevas ideas de la Ilustración del siglo XVIII, en Europa.
Pero no solo las ideas hacen posible el cambio, los hechos que se desarrollan en el viejo continente durante las llamadas “guerras napoleónicas”, marcaron el momento justo para que se iniciara la gesta que dará origen al nacimiento de las naciones latinoamericanas.
Aquella semana de mayo en el Río de la Plata, un nuevo gobierno criollo se hacía cargo de sus propios asuntos, apoyado en el principio de soberanía popular; terminaba un sistema colonial agonizante, ineficiente y carente de legítima representatividad.
En ese momento, como sucede con todo proceso de cambio, no se tuvo cabal conciencia de la significancia y trascendencia que posteriormente tendría. Será durante el proceso de formación del Estado argentino, en la segunda mitad del siglo XIX, cuando el 25 de mayo se transforme en una herramienta política e identitaria de gran valor para instalar, en el imaginario colectivo, esa fecha como el momento fundacional de la nación y punto de partida de un camino largo, costoso y complejo.
¿Qué podemos rescatar como permanencia de todo aquello, que nos sirva para el presente y nos ayude a pensar un país para todos? Es necesario buscar en la Historia las claves para entender lo que hoy nos pasa, es necesario instalar el concepto de “presente” para que nos permita ver lo que somos capaces de hacer entre todos, aquí y ahora, alejando los discursos sobre “el por-venir”.
Si hay un valor que debemos preservar, es aquella voluntad de los revolucionarios de mayo de construir un orden político republicano, sus acciones dejaron ver “un fuerte elemento de prudencia, buscando a la vez la legitimidad del nuevo sistema” ( T. Halpherin Dongui, 1996).
Toda crisis supone un desafío de superación y la Revolución de Mayo no fue la excepción. A pesar de las profundas diferencias que había entre los revolucionarios, Moreno, Castelli, Azcuénaga, Belgrano, Saavedra, liberales, militares, moderados, intelectuales, extremistas, todos tuvieron el acierto de reunir voluntades y acercar posiciones en pos de un proyecto propio y auténtico, dando origen a un suceso destinado a ser el protagonista de un gran cambio histórico.
Deberíamos alzar nuestras voces para convocar a todos los argentinos a repetir esa parte de nuestra historia: “….reunir voluntades y acercar posiciones”, exigiendo a nuestros gobernantes lo que planteó Manuel Belgrano:
“Solo exijo de ustedes, unión, constancia, valor y el ejercicio de las virtudes. Alejad de vosotros toda odiosidad, todo espíritu de venganza…y no penseis en intereses particulares, sino en salvar la patria para restituirla al goce de la tranquilidad que necesita para construirse.”
Es una responsabilidad colectiva aunar esfuerzos para seguir en el camino iniciado por quienes protagonizaron los sucesos de mayo, aún cuando tantas veces lo hayamos perdido. Pero es muy cierto que supimos volver a encontrarlo para seguir construyendo un orden más justo y digno para todos los argentinos.