Coordinación General: Profesora de Teatro Sandra Viggiani
Producción Escenográfica: Coordinación Prof. Fanny Quesada
Producción Musical: Prof. Pedro Gascón
El Proyecto Productivo Comunicacional III es un espacio curricular en el que trabajamos a partir de la especificidad del lenguaje teatral y la integración de los lenguajes plástico-visual y musical (Coordinados por los Profesores Sandra Viggiani, Fanny Quesada y Pedro Gascón) Su objetivo final es la creación del montaje y la representación ante el público de un espectáculo teatral que sea expresión de nuestra sensibilidad y modo de pensar.
Para concretar este objetivo, organizados en equipos interdisciplinarios de trabajo, transitamos un rico proceso de exploración, selección, organización de los signos escénicos y aplicamos aprendizajes construidos a los largo de los tres años de cursado de nuestro Polimodal.
Concluimos nuestro proyecto y queremos compartirlo con ustedes, pues el “aconteciendo teatral” se completa con la presencia del público.
La obra
Garibaldi es el mejor jugador del momento. El fútbol es la razón de su existir, y siente que se debe a sus hinchas. Pero el club en el que juega está al borde de la quiebra, y sus autoridades deben vender al crack para evitarla. ¿Cuál será el nuevo destino de Garibaldi?. A partir de esta situación, Cuzzani, crea “El centroforward murió al amanecer”, “farsátira” que centra su preocupación en la dignidad y la libertad del hombre y cuestiona a la justicia como institución.
El autor
Agustín Cuzzani (1924- 1987) dramaturgo argentino, promotor del teatro de vanguardia de los años ‘60 y representante del movimiento de teatro independiente. Sus obras, entre las que se destacan, “Una libra de Carne”, “Los indios estaban cabreros”, “Sempronio”, “Lo cortés no quita lo caliente”, se han representado en distintos lugares del mundo y han sido traducidas a muchos idiomas. “El centroforward murió al amanecer” fue estrenada por el Teatro La Máscara en 1955, y además ha sido representada en Moscú, Madrid, Alemania, Pekín y París. Cuzzani recibió por ella el premio Argentores en 1955.
Esta obra refleja la preocupación de su autor por la dignidad y la libertad del hombre