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Los estudiantes de quinto se ponen el traje de padrinos

Se realizó el Taller Vivencial para Padrinos llevado adelante por el servicio de orientación. Se busca mejorar la adaptación de los ingresantes de primer año.

imagen Los estudiantes de quinto se ponen el traje de padrinos

El primer año y los primeros días de clases traen, para los estudiantes que recién ingresan al colegio cambios que pueden pueden ser vistos como desafíos, obstáculos y en algunos casos, situaciones difíciles de llevar. Todo lo nuevo implica barreras que levantar para lograr una necesaria adaptación.

En este contexto se realizó el Taller Vivencial para Padrinos llevado adelante por las coordinadoras psicopedagogas Nancy Cano, Roxana Osorio, Nora Berruezo y Rosa Burgos. También contó con el aporte desde el ámbito de la psicología de Andrea Roccasalva. 

El mismo consiste en que los estudiantes de quinto a partir de sus vivencias concretas como ahijados puedan reflexionar acerca del rol en sus aspectos posibilitadores de una mejor inserción social y mejor adaptación escolar de los estudiantes ingresantes, teniendo en cuenta las necesidades y expectativas de un chico de 13 años.

"También queremos estimular en ellos el deseo de llevar adelante la experiencia de ser padrino o madrina (tutor, referente) de un alumno de primer año desde los recursos internos de cada uno y como oportunidad de desarrollo y afirmación de la personalidad y de la posibilidad de co-construir un vínculo genuino que pueda trascender incluso lo meramente escolar", explicaron desde el gabinete de Orientación.

Por otro lado, con este encuentro se buscó fomentar actitudes positivas de respeto, apoyo, contención y cooperación desde los padrinos hacia los ahijados. Por ello otro de los objetivos es lograr que los chicos sepan establecer lo que pueden, lo que quieren y lo que tienen para dar como padrinos.

Un detalle dentro del encuentro fue que los alumnos de quinto debieron repensar, mediante la ensoñación dirigida, cómo fue aquel primer día de clases, sus sentimientos, lo que los emocionó, para poder transmitirlo a los chicos que recién están empezando a vivir al CUC. 

Un momento de encuentro

Para el final de la actividad, desde el gabinete se propuso la elaboración de una carta personal de los padrinos a su futuro ahijado en donde ofrecieran lo que pueden y desean dar, desde sus características únicas y personales para luego esbozae lo que les interesaría recibir o co-construir. Este colegio brinda una serie de ámbitos, actividades y relaciones o vínculos posibles de desarrollarse y de encontrarse.

Para terminar y según explica el proyecto del taller vivencial: "El ser padrino o madrina en esta edad y en un ámbito escolar constituye “una oportunidad”, la oportunidad de poder desarrollar aspectos potenciales de su personalidad, de ponerse a prueba, de generar vínculos, de desarrollar sentimientos, de implicarse, de equivocarse, de ganar y perder, o sea, vivir”.  

 

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