Este viernes 3 de junio, en todo el país, se desarrolló la segunda marcha bajo el lema de #NiUnaMenos en repudio a la violencia de género.
En Mendoza, ni el frío y ni la lluvia detuvieron a la multitud que salió de la comodidad de sus hogares a manifestarse. La convocatoria fue menos multitudinaria que la de hace exactamente un año, pero la lucha sigue en pie.
La principal avenida de la ciudad estuvo repleta de agrupaciones políticas, organizaciones contra la violencia de género y ciudadanía.
Bajo la incesante lluvia, muchas de las personas autoconvocadas pegaron pancartas en sus propios paraguas, mientras que otras con banderas y carteles desteñidos corearon el lema "Ni una menos, juntas nos queremos vivas".
Recién a las 18.30 la multitud empezó a marchar hacia la Avenida Las Heras. Luego del desfile de carteles y banderas por las principales calles del centro mendocino, se congregó en la Legislatura.
Una vez que llegó a destino, en Peatonal y Patricias Mendocinas, se usó la parte trasera de una camioneta como escenario para comenzar el acto.
Primero, los familiares de víctimas de violencia de género hablaron desde su dolor, algunos al borde del llanto, otros con la voz quebrada. Todos pidieron justicia por las mujeres asesinadas y desaparecidas tanto a nivel provincial como nacional. No olvidaron mencionar a Johana Chacón ni a Soledad Olivera.
Luego fue el momento de las agrupaciones políticas. A través de dos cartas se intentó resumir los reclamos de diversos sectores. Un documento pertenecía a la izquierda, el Partido Comunista y otras organizaciones afines. El otro texto representaba al Frente para la Victoria y allegados.
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