Desde que las gestoras del proyecto decidieron darle forma en 2016 hasta la actualidad, tres objetivos fundamentales confluyeron en una misma línea de trabajo. El primero consistió en lograr que la formación de los estudiantes secundarios de colegios universitarios esté en sintonía con la que se brinda en la etapa universitaria, mientras que el segundo apunta a sumar experiencias de intercambio con instituciones nacionales y el tercero, incorporar en el alumnado una mirada más integral y completa de su realidad inmediata.
Es que lejos de quedarse puertas adentro de la provincia, el Programa de Nacionalización de la Formación Secundaria Argentina –planificado y puesto en marcha por tres docentes e investigadoras de la UNCUYO- buscó la conexión con otras instituciones nacionales del país. La idea, en líneas generales, consiste en incorporar en todas las escuelas secundarias saberes relativos a responsabilidad social, cuidado y preservación del medio ambiente y la interculturalidad.
Así, hacia fines de 2019, una vez que egresen nuevas camadas de estudiantes de cualquiera de los colegios dependientes de la UNCUYO, los preuniversitarios contarán por ejemplo, con un certificado en el que se avalará esta formación, que implica un valor agregado respecto del entorno social en el cual los/as alumnos/as se desarrollen luego.
Cecilia Utrero, docente con más de 25 años de trayectoria, es una de las integrantes del programa que ya cuenta con el aval del Ministerio de Educación de la Nación. Explica que los saberes que se busca impartir en las aulas de los colegios de la UNCUYO ubicados en el Gran Mendoza (Colegio Universitario Central, Liceo Agrícola, Martín Zapata, Magisterio, Departamento de Aplicación Docente), implican una metodología transversal.
Esto significa que no se sumarán materias a las que conforman las currículas actuales, sino que los estudiantes podrán presentar dos módulos en los que desarrollarán las temáticas propuestas. “Es el primer programa de esta clase en el país que trabaja con una certificación de esta clase, que se sumará al título secundario obligatorio, como un valor agregado para los futuros egresados”, detalló Utrero.
Entre las instituciones nacionales que ya forman parte del programa propuesto figuran por ejemplo, la Universidad Nacional de Tucumán, la escuela Minas de la Universidad Nacional de Jujuy y la escuela de Comercio “Carlos Pellegrini”, de la Universidad de Buenos Aires. Con todas ellas, de hecho, ya se encuentra firmado el convenio por el cual se establece la coordinación y el intercambio en lo referido a líneas de acción.
María Ana Barrozo, directora del programa, explicó que una de las estrategias de implementación incluyó una prueba piloto que se concretó con unos 20 alumnos por colegio. “Este es el primer año de implementación, por lo que es prematuro arrojar un balance, pero podemos afirmar que hasta ahora vamos por un muy camino”, aseguró Barrozo.
Esta propuesta educativa, explicó la coordinadora, responde a los lineamientos propuestos en el marco de la política educativa planteada desde la UNCUYO hacia 2021. La movilidad académica mediante el uso de las nuevas tecnologías, es otra de las metas propuestas en el marco del novedoso programa.
Justamente por eso, por ejemplo, una de las ideas es lograr que los/as alumnos/as trabajen de manera dinámica con módulos virtuales. “Las estrategias educativas también tenderán a la internacionalización de manera de promover la movilidad académica”, completó Marisa Fazio, co directora del programa y destacó la importancia de articular los saberes que van más allá de lo académico, con la formación que se imparte en la UNCUYO.