Durante la disertación la especialista en innovación educativa del Tecnológico de Monterrey, México, habló de los cambios en educación y de las nuevas dinámicas de retroalimentación que desarrollan docentes y estudiantes. La exposición ya se puede ver por el canal Señal U Académico http://www.unidiversidad.com.ar/u-academico
El encuentro se realizó en el marco de la celebración del 81 aniversario de la UNCUYO, enfocado en el abordaje de “la Universidad que se viene” con especial énfasis en pensar y construir la Universidad del futuro post pandemia.
Claudia Erika García López, es directora Regional del Centro de Innovación Educativa y Desarrollo Docente at Tecnológico de Monterrey. Líder de la estrategia MOOC, Cargo de Directora del Centro de Innovación y Tecnología de la Rectoría de Occidente. Directora de Innovación Educativa RZCS at ITESM. Y doctoranda en la Universitat Oberta de Catalunya sobre Regional Knowledge Markets.
En el inicio de la disertación la experta mencionó los motivos por los que un docente se acerca a la docencia y cómo con el tiempo se va transformando su papel, según los cambios y la evolución de la ciencia.
En ese contexto, se refirió a los cambios de esta época de pandemia y compartió algunas experiencias vinculadas al nuevo rol de los docentes. Habló del surgimiento de una retroalimentación con los estudiantes y comentó que para favorecer esa instancia crearon espacios de consulta sobre los elementos que componen una experiencia de aprendizaje exitosa para ellos.
Allí los estudiantes pusieron en valor la existencia de un reto intelectual, de un ambiente que promueve la participación y la interacción, las clases activas, la comunicación cercana y la no saturación de actividades, entre otras cosas.
Sobre esa base García López explicó que el diseñador de las experiencias de aprendizaje docente debe tener en cuenta estos cambios, debe considerar estos nuevos formatos que son diferentes a los de la educación a distancia tradicional. Lo que requiere tener en cuenta otros elementos como por ejemplo el ambiente, las estrategias didácticas, los recursos tecnológicos y la evaluación del aprendizaje. Luego hizo hincapié en el elemento "wow" como “ese elemento que podríamos incluir en estas experiencias de aprendizaje que nos permitan que la experiencia sea memorable” y sumó, además, el elemento de bienestar, un ambiente de aprendizaje propicio y de confianza. Luego describió en detalle cada uno de esos elementos y ofreció recursos y herramientas de aplicación.
Por su parte, Dolores Lettelier, secretaria Académica de la Universidad Nacional de Cuyo, coincidió con la disertante en la preocupación por la evaluación del aprendizaje. En su intervención apoyó la alternativa sobre las evaluaciones formativas, planeadas, donde se observa el avance del estudiante. Y resaltó la importancia de esta retroalimentación que también puede reforzar los talentos y los valores, en contraposición a la idea de que “siempre cuando hablamos de evaluación tiene una connotación histórica, negativa para todos, de que nos van a marcar los errores”, dijo la funcionaria.
En ese sentido García López comentó que la evaluación formativa trabaja sobre un modelo basado en competencias, con instrumentos de evaluación que le permiten al docente ir construyendo un producto, al final, donde se va reforzando lo que sea necesario.
También mencionó los requerimientos de capacitación y acompañamiento en función de lo pedagógico. Explicó que antes de diseñar las herramientas se debe saber qué se va a evaluar y utilizar en un procedimiento: “La evaluación yo creo que es una de las principales preocupaciones, cómo evalúo y cómo fomento la integridad académica”, concluyó la experta.
En esa línea Dolores Lettelier explicó la labor que realizó la UNCUYO y dedicó un especial reconocimiento a los docentes: “gracias a la voluntad y al compromiso que han demostrado es que hemos podido garantizar las trayectorias de nuestros estudiantes así es que creo que ya es una experiencia que hemos ganado mucho en este tiempo”.
También se habló de la necesidad de enfocarse en el bienestar de los estudiantes, siempre con una visión integral, pensando en la empatía, el diálogo y en generar procesos de retroalimentación porque los estudiantes son la razón de ser del sistema educativo.