Desde los 21 años, para el tiempo de cosecha, escucha su voz amplificada por los parlantes del teatro griego Frank Romero Day. Dice que con el paso de los años y con el advenimiento de la música en vivo las experiencias que se viven son "apabullantes".
Alejandra Marengo es preparadora vocal del coro del Colegio Universitario Central desde hace 9 años. En el mismo, dirigido por Ricardo Mansilla, enseña a cantar a los chicos que lo integran. "Les enseño a usar el instrumento que es su voz", cuenta. "Este año ha sido más grande el reconocimiento que ha tenido mi participación en Vendimia", agrega.
Respecto de la experiencia de enfrentarse a un público numeroso y muy diverso, Alejandra explica que: "Es impresionante ver como se percibe la gente desde el escenario. Es apabullante realmente. Porque una cosa es enfrentar a un público que está en una sala y otra diferente en el Teatro Griego. La curvatura y la altura de las gradas de hacen ver qué está haciendo todo el mundo".
Alejandra cuenta que su primera Fiesta cantando en vivo fue en 2010, ya que antes se grababa previamente y luego se reproducía el día del espectáculo. Esa primera presentación fue de dos voces nada más ya que junto a ella hubo una voz masculina. "En la medida en que una va creciendo tu experiencia como cantante te van dando más importancia", relata.
Para terminar, asegura cantar en vivo hace que no sólo el público sino que también los bailarines reciban las voces de otra manera. "Quienes nos escuchan dicen que no tienen nada que ver. Por otro lado, el canto no es siempre igual. Un día es más eufórico y otro día más tranquilo. Pero la diferencia se nota", cierra.