Se están llevando adelante los talleres de educación sexual integral enmarcados en el plan de desarrollo institucional que está, a su vez, dentro de la planificación estratégica 2016-2012 de la Universidad Nacional de Cuyo.
Los mismos están a cargo de la psicóloga Andrea Roccasalva acompañada de los médicos Laura Saborido y Jerónimo Sasso. También participan del proyecto la trabajadora social Susana Salcedo y la orientadora psicopedagógica y jefa del Servicio Nancy Cano.
"Es un proyecto de educación sexual integral que abarca ejes de derechos e inclusión. Los talleres se hacen a partir de planteamientos de los chicos que tienen un buzón para depositar sus dudas o consultas que luego serán trabajados", explicó Roccasalva.
E proyecto de educación sexual integral está enmarcado dentro de la ley de educación sexual integral 26150 y en función de ciertos déficits planteados por los estudiantes. Es así que se busca desplegar un proyecto de que abarque de primero a quinto año y que sea solidario con los valores y la cultura existentes en el colegio.
La misión
En el primer año, la educación sexual se inicia en el espacio de Orientación, de la mano de conceptos relacionados a la fisiología humana, y al amor y sexualidad responsable. No obstante en los otros años, los talleres surgen de la demanda propia de los alumnos, para los cuales se dispone de un buzón en donde los alumnos pueden dejar sus inquietudes, o de adultos que observan señales que deben abordarse a la brevedad.
En cuanto a sus objetivos, la misión es brindar a los estudiantes conceptos claros, precisos y respetuosos que los ayuden a transitar su desarrollo integral como individuos en un marco de maduración sexual, afectiva, de bienestar y amor responsables, necesarios en los tiempos que corren dando especial atención a la valoración de emociones y sentimientos.
Los temas propuestos, en síntesis, abarcarán temas como afectividad sexual, cuidado del propio cuerpo y del otro, la intimidad, prevención de agresiones sexual, grooming, embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual, uso de alcohol y otras drogas en relación al sexo, rituales y hábitos de la adolescencia.
Por último, resta decir que aunque los talleres pretenden la participación de todos los alumnos, se atenderán las necesidades de cada alumno si así se lo requiere. Aquel joven o aquella joven que no quiera estar presente en los mismos serán considerados y se les brindará el espacio para poder hablar de lo que le sucede de manera privada.