¿Pasó de verdad? ¿Es real? Y aunque se crea que fue un sueño, ¡no se deje engañar! Al mejor estilo de Hollywood, el CUC dio vuelta un 0-3 en contra a falta de segundos para el silbatazo final. Fue triunfo por 4-3 contra La Floreste y así el equipo de "Finito" Hualpa cosechó su octavo partido invicto.
Si bien el CUC salió a presionar en el primer tiempo, no tuvo claridad. Los errores propios, potenciados por las virtudes del rival, hicieron que el Búho se fuera al descanso con un incómodo 0-2. La desventaja pasó a preocupación cuando el marcador aumentó 0-, con gran parte del segundo tiempo por disputarse.
Estaba todo jugado. El CUC se había incinerado y se redujo a la mínima expresión. Y por esas cosas hermosas del deporte, comenzó a escribir una historia épica que tenía colores de goleada en contra. Tomó prestadas algunas características de otra ave, el Fenix, y comenzó a a resurgir de las cenizas.
Con valentía y coraje, aprovechando una ráfaga de buen juego asociado, Diego Pía, logró el primer descuento: 1-3. No había fútsal espectáculo. Había una actitud de gigantes. Apareció "Cuba" Estrada y pusó el 2-3. La esperaza del milagro era factible.
El milagro no llegaba. El reloj se encaprichó en pasar rápido y empezar a cerrar las posibilidades de un empate que se necesitba. Faltaba menos de un minuto y medio cuando las fichas se pusieron en la mesa. Había que apostar. Todo o nada. Y fue todo. Milo Hualpa estaba ubicado en el lugar preciso para hacer daño y su puntinazo besó la red y puso el 3-3. Algarabía absoluta.
El milagro se había logrado. El partido estaba salvado. El punto de la igualdad ya estaba en el bolsillo. Sin embargo, los detalles son los resaltan a algunos equipos por sobre el resto. Parecen invisibles y son imprescindibles. Son esas pequeñas acciones que luego se convierten en grandes hechos, en huellas imborrables para partidos poco creíbles. Faltaban 30 segundos hubo falta sobre Estrada. Tiro castigo. La "Joya" Cerda no dudó en agarrar la pelota, mirá al arquero, miró el arquero, apuntó y fiel a su costumbre: facturó. Golazo y delirio.
Épico, glorioso. Histórico. Inolvidable. Todas las características que se quieran aportar sirven para describir esta victoria. Esa que quedará guardada en el libro de oro del CUC FUTSAL.