No cabe otra opción. Sólo festejar. Es que los clásicos se ganan. Son un campeonato extra al objetivo final. Y así arrancó la primera división del CUC, que en la primera fecha del Clausura A2, no tuvo piedad y derrotó por 2-0 a la Universidad Nacional de Cuyo, equipo que en el inicio de la década del 2000 se cansó de dar vueltas olímpicas en los torneos que organiza FEFUSA.
El equipo que conduce Mauricio Hualpa tuvo en los pies de José Cerda su mejor hombre. Desiquilibrante absoluto. Marcó los dos tantos del triunfo y cuando no tuvo la pelota en su poder, con cada movimiento, movió las marcas y generó espacios. El triunfo nunca estuvo en duda. Fue una victoria desde el silbatazo inicial hasta la chicharra final. Así se ganan los clásicos. Y obvio, con triunfos de ésta índole, es muy fácil permitirse soñar con dar el gran salto de calidad.