Un punto que suma pero resta

"Y cuando no quiere entrar, no quiere entrar", dijo un fanático del Búho que observaba el partido, intentando darle una explicación lógica a por qué su equipo no ganó el encuentro. Era mucha la expectativa por ver el inicio de este nuevo Universitario versión 2014, y enfrente estaba un equipo que venía de la máxima categoría. El quinteto dirigido por Mauricio Hualpa mostró la idea trabajada desde el año pasado a la que se le suman nuevas (viejas) caras que oxigenan al equipo. La cuenta la abrió Leo Porcario en su vuelta al club mostrando su olfato de goleador para estar parado en el lugar justo para solo tener que empujar la pelota a la red.SUPE con el dominio de la pelota, no podía llegar al arco del Búho, y así comenzó el show de goles errados. Fue Lucas Needleman primero quien solo frente al arco la tocó afuera. En ese primer tiempo iban a haber dos jugadas claras de peligro para e CUC. Primero fue Lautaro Maure y de inmediato, José Cerda no pudieron aumentar el tanteador. En el segundo tiempo el tópico de la historia fue el mismo. El local al buscar el empate generaba espacios que no fueron bien capitalizados por el Universitario.  "Tanto va el cántaro a la fuente" dice el dicho popular, y luego de haber errado 5 goles claros el CUC y no poder definir la historia, el dueño de casa llegó al empate en una de las pocas aproximaciones que tuvo. Un baldazo de agua fría para el CUC. "¡FALTA!". Fue el grito seguido del silbatazo del árbitro que indicaba que existía todavía una posibilidad más para el elenco del Búho: un tiro castigo. Fue Porcario, especialista en la materia, el responsable de ejecutarlo. Pero no era la noche del CUC, el remate se fue al cielo, quizás la magia de ese botín prestado solo funciona con el dueño original. Y así terminó el partido, con un sabor agridulce: el punto vale y mucho ya que se consiguió en calidad de visitante, pero por las situaciones de peligros generadad y no capitalizadas, el punto vale poco, muy poco.