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"Mi paso por el colegio fue clave en mi búsqueda de una sociedad más justa"

La frase pertenece a Emilia Cabrera Horn, egresada del colegio en 2005 y actualmente asesora en el senado de la Nación. Es en el marco del Día Internacional de la Mujer

imagen "Mi paso por el colegio fue clave en mi búsqueda de una sociedad más justa"

Hoy, 8 de marzo y como una forma de recordar el Día Internacional de la Mujer, el Colegio Universitario Central convocó a dos de sus egresadas (haciendo clic aquí se puede leer el texto de Valeria F. Hasan) especializadas en la temática para que compartieran su punto de vista respecto a esta fecha. 

A continuación el contenido elaborado por Emilia Cabrera Horn egresada del CUC en 2005: 

El feminismo les va a cambiar la vida

¿Qué es ser feminista? Creo que está en el espíritu del CUC hacerse esta pregunta. Yo, muy probablemente, me empecé a considerar feminista durante mis años en la universidad, pero creo que mi paso por el colegio fue clave en mi búsqueda de una sociedad más justa, que es precisamente lo que es ser feminista. Espero colaborar con esta reflexión con quienes no tengan inquietudes sobre la cuestión de género aún, y puedan empezar a tenerlas.

Ser feminista es buscar una sociedad donde mujeres y varones contemos con los mismos derechos y las mismas oportunidades. Mujeres y varones que creemos en una sociedad de libres e iguales debemos ser feministas y transitar un camino donde la subordinación de la mujer, que duró siglos, pase a ser historia.

Si queremos que dejen de morir mujeres en manos de machos que se creen sus dueños y que por solo ser mujeres las matan todos los días; si queremos que nos dejen de violar, de abusar, de tocar en los boliches; si queremos que no nos toquen en el bondi, ni nos digan cosas en la calle cuando nadie se los pidió; si queremos tener las mismas oportunidades de conseguir un trabajo y que no nos discriminen porque algún día podamos quedar embarazadas; si queremos contar con igual remuneración por igual tarea; si queremos igual representación en los espacios de toma de decisión; si no queremos que se nos enseñe cómo evitar ser violadas y nunca a los varones a no violar; si queremos poder decidir sobre nuestros cuerpos y que todas las adolescentes y mujeres puedan contar con educación sexual integral y una maternidad planificada; si queremos que se nos trate con respeto en los servicios de salud y que podamos acceder libremente a métodos de anticoncepción; si queremos que la maternidad sea una decisión y no un mandato social; si no queremos que a niñas en todo el mundo se las obligue a casarse contra su voluntad; si queremos que en las fiscalías nos tomen las denuncias cuando vamos a denunciar a nuestros golpeadores y no que nos pregunten qué les hicimos para que nos golpearan; si queremos que no maten mujeres todos los días; debemos abrazar la lucha del feminismo.

Las mujeres sufrimos siglos de opresión por vivir en una sociedad patriarcal donde el hombre ha sido el centro de la sociedad y las mujeres hemos estado relegadas a un segundo plano, a pesar de ser la mitad de la población. Somos el único grupo que, siendo mayoría, somos tratados como minoría. Además, hemos sido históricamente perseguidas, siendo sólo un ejemplo de esta persecución la inquisición y la quema de brujas, cuyo objetivo fue principalmente quemar a mujeres consideradas librepensadoras. Esta situación de violencia y opresión es una realidad global que lleva al paro internacional de mujeres que se realizará en 43 países este miércoles. El primer paro de mujeres lo llevaron a cabo las islandesas en 1975, siguiendo su ejemplo las polacas, que en 2016 llamaron a un paro en contra de una ley que restringía el derecho a interrumpir el embarazo en ese país. Este paro logró que el congreso polaco rechazara este proyecto. Luego del paro de las polacas y después de terribles femicidios que tuvieron lugar en nuestro país, tuvimos el primer paro en octubre de 2016 en Argentina, que acompañaron algunos países de Latinoamérica. Asimismo se realizó una masiva marcha de mujeres en la ciudad de Washington luego de anuncios de normas que restringen derechos sexuales y reproductivos en Estados Unidos. El movimiento de mujeres llama a este paro el 8 de marzo como día de lucha, unidad y reflexión.

Argentina cuenta con la ley 26.485, ratificada en 2009, para prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género. La misma establece como tipos de violencia de género: la física, psicológica, sexual, económica y simbólica; y las modalidades en que estos tipos se manifiestan: violencia doméstica, institucional, laboral, contra la libertad reproductiva, obstétrica y mediática. Esta ley es considerada como de avanzada en términos de que condice con lo que establece la legislación internacional, pero desde su sanción no ha sido una prioridad en la agenda pública. Recién en 2016 se elaboró el plan nacional de acción para la prevención, asistencia y erradicación de la violencia contra las mujeres que requería dicha ley. Este es el plan por el cual los estados municipales, provinciales y el nacional abordan la problemática mancomunadamente, el plan contiene 69 medidas y 166 acciones. Naturalmente, este es el principio de todas las deudas que el estado tiene para con las mujeres.

Las conquistas del movimiento de mujeres se han logrado a lo largo de la historia con solidaridad, sororidad y unidad de las mujeres y acompañamiento de los varones que creen en un mundo más justo. Es más que importante que reflexionen hoy, durante sus años de secundaria, sobre esta problemática de género y cómo el mundo no funcionaría sin nosotras, a pesar de que nuestras vidas hoy parece que “no valen”. Ni una menos. Vivas nos queremos

 

Emilia Cabrera Horn es egresada del CUC en 2005, feminista, estudiante de derecho y asesora en el senado de la nación. También es militante en el radicalismo.

 

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