Como cada año, los Caciques del Colegio Universitario Central que cumplieron su mandato, realizaron una evaluación de su gestión. Compartimos las palabras de Valentina Gil, Cacique Huarpe 2017.
“No puedo creer tanta magia y no estar en el cielo”, es una frase que me marcó desde que entré al colegio, y que ahora que ya egresé lo sigue haciendo. Es una frase que sirve para describir, de alguna forma más gráfica, el año increíble que viví en mi querido glorioso.
Cuando HP RUMBA, luego de una elección muy peleada, se consagró Tribus 2017 a nivel personal tenía muchos miedos, miedos que no sabía si iba a poder afrontar, pero que a la vez estaban respaldados por un montón de ilusiones y expectativas. Hoy, mirando hacia atrás, puedo afirmar que mi año estuvo cargado de diferentes emociones, de mucho aprendizaje, pero sobre todo de momentos únicos e inolvidables.
El objetivo principal que teníamos, junto con los 36 cargos, era no ser solo una cantidad de personas ya establecidas previamente, que se quedaran en el confort de ser solo 36 cargos. Queríamos que todos se sientan invitados a participar y a colaborar desde su lugar, y que esa frase que resuena tanto dentro del CUC, el famoso “Tribus somos todos“, se pudiera cumplir al pie de la letra. Nuestro objetivo era poder hacer que el 2017 fuera un año único, pero no solamente basado en las actividades que hiciéramos, sino por los valores que como Tribus queríamos dejar plasmados.
Al hacer este artículo me pidieron que diera una opinión personal de lo que fue Tribus 2017, y si bien creo que nos faltaron muchas cosas por hacer y mejorar, también creo profundamente, y en esto estoy absolutamente convencida, que muchos aspectos de los que se mejoraron el año pasado hicieron que como colegio progresáramos un poco más y lográramos una mayor integración del alumnado. Creo que las críticas constructivas que se nos daban, tanto de parte de los alumnos como de los directivos, fueron de gran ayuda a la hora de poner las cosas sobre la mesa y rever cuales eran nuestros errores fundamentales en el proceso de aprender a ser Tribus.
Porque nosotros hacíamos eso, aprendíamos a la par de los demás como llevar todas esas responsabilidades, pero sobre todo esa confianza que se nos había dado en cada voto que nos llevó a ser Tribus 2017. Y como dije anteriormente, sé que nos quedaron muchas cosas por mejorar y muchas cosas por aprender, y sobre todo muchas por poder cambiar dentro del colegio. Pero siento una enorme tranquilidad, porque así como yo y un montón de personas más pudimos aportar desde una opinión, una crítica o tan solo colaborar en algo que pareciera insignificante, todo valía el esfuerzo por ver cada día mejor al colegio. Y hoy sé que queda mucha gente que tiene esas mismas ganas, gente que va a trabajar incansablemente por el CUC, gente que va hacer que esa esencia cuquera nunca desaparezca.
Me tomo el atrevimiento, y un pedacito de este artículo, para darles un consejo a todos los actuales alumnos. Nunca dejen de aportar, participar, escuchar, o dar su opinión; y sobre todo respetarse entre ustedes. Lo decimos todo el tiempo, y creo que está bien remarcarlo cada vez, al CUC lo hace su gente, y las ganas que esa gente le pone para que todos los días podamos ver al glorioso cada vez mejor. Busquen constantemente la manera de retribuirle al colegio todo lo que les da, y más allá de la divisiones existentes e inevitables que todo conocemos, nunca se olviden que todos vamos para el mismo lado y sobre todo que todos tenemos el corazón pintado de los colores del búho.
Diviértanse, canten mucho, sean creativos y reales, digan la verdad y piensen más allá de lo establecido. Busquen la forma de ser distintos, y por sobre todo de seguir haciendo distinto al colegio. Hablen, no pierdan el diálogo, no se dejen llevar por el fanatismo, y por sobre todo graben en sus memorias y en sus corazones cada momento vivido de ahora en adelante. Hoy como egresada les puedo decir que el CUC es esa casa en la que todos nos refugiamos, que nos prepara para salir al mundo y enfrentarnos a la realidad. Tribus fue un pedacito hermoso y significante dentro de toda mi historia en el CUC. Tribus me ayudó a crecer, no solo como cargo sino también como persona, y me ayudó a conectarme con toda la gente increíble que forma parte del glorioso. Hagan de este año algo mágico, y no se olviden que más allá de las diferencias, todos terminan siendo y formando, una vez más, parte de este gran y amado CUC.